Lo grotesco, lo caricaturesco, son recursos artísticos que nos permiten profundizar en la realidad, nos la hacen más viva y más presente, más esclarecedora y visceral. Porque lo que hace el arte es identificar y ahondar en la cultura que lo genera.
Estas cabezas reducidas «Tzantza», fruto de la práctica de los jíbaros del Amazonas, se mantiene por parte de su autor, el colombiano MAQUIAMELO, con el mismo carácter de ritual, aunque en este caso lo enfoca desde una perspectiva muy contemporánea y por eso mismo más corrosiva.
Lo cierto es que estos pequeños iconos reúnen en sí mismos la naturaleza que llevan dentro, la cual expresan y vomitan hasta crear alrededor de ellos una atmósfera mórbida y hasta repugnante. De esas cabezas y de esas mentes ha desaparecido el embrujo y ha quedado la miseria de lo que fueron y siguen siendo.
Me salí de mi carne, gocé más…
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