VÍCTOR TKACHENKO (1960) / ME BASO EN PLACER RUTILANTE

  • Es cierto que la pintura bebe de muy distintas fuentes, tanto culturales como étnicas, tanto sociales como artísticas, porque los artistas no abandonan sus orígenes ni el bagaje visual e histórico que llevan a sus espaldas.

  • Es el caso del ucraniano TKACHENKO, el cual toma el color como su signo de referencia, y lo ha construido con la determinación de que sea inconfundible en el resultado de su trabajo y de su experiencia en cuanto al placer que su plasticidad le reporta.  

  • La forma simplemente acompaña pero no decide,  vertebra una figuración impregnada por un ethos cromático mágico que el lento y pausado imaginario del artista conforma, y con el cual se debate sobre medios y fines. 

El tesoro y el pecado nunca están bien enterrados.

Publicado por Goyo

Escritor de arte, coleccionista.

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