- Es cierto que la pintura bebe de muy distintas fuentes, tanto culturales como étnicas, tanto sociales como artísticas, porque los artistas no abandonan sus orígenes ni el bagaje visual e histórico que llevan a sus espaldas.
- Es el caso del ucraniano TKACHENKO, el cual toma el color como su signo de referencia, y lo ha construido con la determinación de que sea inconfundible en el resultado de su trabajo y de su experiencia en cuanto al placer que su plasticidad le reporta.
- La forma simplemente acompaña pero no decide, vertebra una figuración impregnada por un ethos cromático mágico que el lento y pausado imaginario del artista conforma, y con el cual se debate sobre medios y fines.
El tesoro y el pecado nunca están bien enterrados.