MARCO PRIETO (1992) / NO QUIERO MÁSCARAS

  • Señalaba Adorno que la exigencia de objetivación de la obra de arte se convierte en un daño para ella misma. Por esto todas ellas, aun las menos figurativas, están profundamente penetradas de ilusionismo.
  • Sin embargo, aunque quizás los retratos del madrileño PRIETO estén cargados de ilusionismo, al penetrarnos parecen reales, porque sentimos su presencia física, amenazante, con esas tintas crepitantes que hacen que esos sujetos sean el habitante hostil que ha tomado carne y sangre.
  • Esta indagación situada en un espacio ficticio nos acerca a unas mutaciones que no cesan de acosarnos con sus semblantes plásticos, táctiles, que no dan tregua al incesto óptico de una mirada aterrada y asombrada.
  • Artistas haciendo contorsiones para poder llegar
  • a fin de barra, a fin de mes o de trayecto.
  • (Alicia García Núñez)

Publicado por Goyo

Escritor de arte, coleccionista.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.