Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
MIGUEL YBAÑEZ (1946) / SÓLO QUIERO LO IMPRESCINDIBLE
Para el madrileño YBAÑEZ el color es rescatar la forma que, aunque se perfile, se mantiene soterrada, puesto que las espesuras tonales le sirven para camuflarse.
En otras variaciones hace también que el valor cromático construya rotos, construcciones desgarradas, en huesos, para que así quede más plástica su renuncia a mostrarlos antes que desaparezcan.
Sabemos, por su visión, que lo desarmado se conjuga con un espíritu que preconiza y configura un sentido que tiene a ser introvertido, inhibido, incluyéndose en lo que no es y excluyéndose de lo que es.
Después de todo nada importan las variaciones de nuestro destino porque la medida del féretro va a ser la misma.