Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Las maneras plásticas son imposibles de determinar y tampoco es tiempo ahora para ello, casi podría decirse que a partir de una intuición inicial se van acentuando según una deliberación que ensambla, encaja, adhiere y dimensiona.
En su obra el canadiense BURTON se deja llevar por sus sensaciones cromáticas, por sus inclinaciones táctiles y líricas, por laberintos, coordenadas y direcciones que al final culminan en unas piezas que dilatan la mirada.
Es una abstracción que se verifica y confirma a sí misma, se legitima absorbiendo impresiones y percepciones, y germina a base de relaciones y asociaciones fuertemente o más sutilmente pigmentadas.
Recuerda que eres una inteligencia que lleva de paseo un cadáver.